Como veíamos en el apartado anterior, no es apropiado hablar de mercado hispano como una unidad, pues tanto los países de origen, como los niveles de renta y educación, así como el lugar de residencia en los EE.U U. y la “antigüedad” en el mismo definen una gran variedad de grupos o submercados. En todo caso, de todos estos grupos se pueden extraer una serie de pautas comunes de comportamiento que determinan unos patrones de consumo más o menos homogéneos entre los hispanos, aunque teniendo en cuenta siempre las especialidades de cada subgrupo.
- Mayor gasto que la media en alimentación.
- El 83% compra los productos de alimentación en grandes superficies.
- Aunque la mayoría domina el inglés, más de la mitad prefiere la comunicación y la publicidad en español.
- Invierten más tiempo en las compras: slow shoppers.
- Los hispanos son especialmente sensibles a las promociones y descuentos.
- Alto grado de fidelidad a la marca.
Para analizar estos patrones de consumo nos vamos a centrar, aunque no de manera exclusiva, en los productos de alimentación.