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A la hora de entrar a establecer relaciones comerciales con empresas países como México, uno de los principales inconvenientes es el alto índice de morosidad característico de la zona latinoamericana cuestión que hay que tener siempre presente y tomar las medidas necesarias para evitar impagados.

Las formas de pago más comunes en la importación en México son:

  1. Pago en efectivo, con un porcentaje por anticipado y el resto cuando arribe la mercancía. Se utiliza este medio cuando el importador goza de buena reputación en el mercado mexicano y tiene referencias de empresas españolas con las que comercia. No existe ninguna garantía real ni instrumento de cobertura del riesgo en caso de impago, aunque pueda solicitarse cobertura a la Compañía Española de Seguro y Crédito a la Exportación (CESCE), que exigirá un contrato por escrito en el que se especifique la operación.
  2. Crédito documentario o crédito contra entrega de documentos. Esta es la opción más segura ya que no se efectúa el pago de la mercancía (por parte del importador mexicano) hasta que tenga conocimiento de que la mercancía va a ser enviada y no se efectúa el envío hasta que el exportador no tenga conocimiento de que se efectúa el pago. El problema fundamental que tiene este instrumento en México es la reticencia del importador mexicano a utilizarlo por motivos de elevados y engorrosos trámites financieros y administrativos ya que en esta operación intervienen dos entidades financieras, una mexicana por parte del importador y una española por parte del exportador.